Japandi: la tendencia que fusiona la decoración japonesa y el estilo escandinavo

¿Qué podrían tener en común el exótico estilo japonés con el minimalista escandinavo? Pues mucho más de lo que piensas, tanto que su fusión ha dado lugar a un nuevo estilo llamado japandi. Y es que ambos comparten esa estética limpia y sencilla a la que le encanta el orden visual y los muebles funcionales.

Mobiliario de madera clara, predilección por los materiales naturales como el ratán, el bambú o el mimbre, minimalismo decorativo y pinceladas en color negro son algunas de sus principales características.

¿QUÉ ES EL ESTILO JAPANDI?

Este peculiar término es el resultado de la unión de dos de los estilos más populares de los últimos tiempos. Y es que, aparte de lo puramente decorativo, tanto el japonés como el escandinavo tienen en común su interés por un enfoque más simple y sereno de la vida.

¿Te suena Marie Kondo y su recomendación de simplificar?  Si te gustan las cosas sencillas y naturales, encontrarás mucha inspiración en el japandi. Y es que no hay nada como sentirte bien en tu entorno.

¿CUÁL ES EL COLOR JAPANDI?

Mientras que el estilo escandinavo adora el color blanco, el japandi lo suaviza sustituyéndolo por colores terrosos y naturales como el beige, el hueso, el gris o el marrón.

• Color. Para añadirlo de una forma armoniosa huye de contrastes y estridencias eligiendo tonos suaves como rosa talco. Los tonos fríos como el verde salvia y el azul petróleo le darán profundidad.

Negro. Muy asociado al elegante estilo japonés puedes utilizarlo con moderación para remarcar áreas y dar intensidad.

¿CÓMO DECORAR CON ESTILO JAPANDI?

Aquí tienes las principales características del estilo japandi. Tan fácil como captar la esencia del minimalismo japonés y la calidez escandinava y adaptarlas a tu casa.

• Mobiliario. Bajos y sencillos, de líneas rectas pero con esquinas redondeadas. La madera es el material estrella, especialmente la de haya, abeto y abedul sin apenas tratamiento.
• Materiales. Naturales como ratán, papel, bambú y corcho.
• Paredes. Preferiblemente con textura para evitar estancias aburridas. Puedes utilizar revestimientos de caña o ratán, o incluso de imitación.
• Iluminación. Imprescindible que sea cálida. Los tradicionales faroles de papel de arroz son buenos aliados.
• Calidez. Compensa la sobriedad del estilo japonés añadiendo cojines y alfombras en colores lisos sin estampados.
• Dormitorio. Apuesta por edredones blancos y telas naturales de color pero sin decoración. En cuanto a las cortinas, acertarás con estores enrollables o los clásicos paneles japoneses de tela.
• Decoración. La artesanía tradicional, los libros, el vidrio y las piezas de cerámica hechas a mano son buenas opciones. También los jardines zen en miniatura y los elementos tradicionales para preparar el té matcha que aportarán ese sutil toque oriental.
• Plantas. Menos es más así que mejor una sencilla, alta y elegante.

Fuente: CLARA