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‘Skincare’ en verano, ¿hay que cambiar la rutina facial?

Escrito por el 29 octubre, 2021

Las necesidades de la piel en las época de calor pueden cambiar por lo que es aconsejable adaptar la rutina de belleza. En verano, los rayos solares son muy potentes, y, por otra parte, se suelen pasar más tiempo expuestos a ellos. Por ello, el principal cuidado que se debe tener en cuenta es la protección solar (sr recomienda usar protectores por arriba del factor 50 durante todo el verano, al menos en el rostro).

Con un protector alto se pueden evitar las quemaduras que, además de pueden convertirse en cáncer de piel. Por otro lado con el calor, las cremas con texturas ligeras suelen ser las más demandadas, así como las cremas en formato gel que, además de refrescar, se absorben antes.

Por otro lado, hay que tener cuidado con los cosméticos que poseen ingredientes fotosensibles como, por ejemplo, el retinol ya que si se utiliza una concentración muy elevada y se va a estar expuesto muchas horas al sol, conviene suspender el tratamiento durante esos días o bajar la concentración; lo mismo con respecto al ácido glicólico. Los tratamientos con ácidos siempre deben ser supervisados por un experto.

En el caso de acudir a la playa o a la piscina, se recomienda optar por una rutina minimalista. Limpieza, antioxidantes (como la Vitamina C y la Niacinamida) y protección solar. El antioxidante durante el verano es esencial ya que por la exposición al sol las reservas se agotan enseguida y ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro.

Eso sí, pese a estos pequeños cambios en la skincare diaria, es importante mantener la hidratación y la reparación de la piel tras tomar el sol. (Los dermatólogos aconsejan evitar la exposición al sol)

Es por ello por lo que, independientemente de realizar una rutina por la mañana o antes de dormir, es necesario realizar una pequeña rutina tras mantener expuesto el cutis largas horas al sol. Una rutina constituida por dos pasos principales: la limpieza del rostro (eliminando los posibles restos del protector) y la aplicación de los diferentes productos reparadores y calmantes (ya sea a través de cremas o mascarillas) que ayude a frenar las posibles quemaduras o daños.

Fuente: El Español


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