Las vimos en los cuellos editoras de moda y en tobillos de influencers. Los emblemas de la positividad están haciendo estragos. Aros coloridos, collares que mezclan dorado, plateado y tonos shocking y todo tipo de piezas que viene a alegrar el equipo.
Desde hace un tiempo el esmalte se convirtió en material clave. Los tonos neón se apoderaron de todas. Incluso de aquellas que nunca pensaron que se animarían a llevarlo. Las uñas son un buen comienzo para accesorizar el outfit y ahora los accesorios vienen a decirnos lo mismo.
Si los colores llamativos no son lo tuyo, se puede optar por tonalidades metálicas y sumar apenas un color para que hable.
Las formas y símbolos divertidos experimentan fuerte presencia y la clave de esta tendencia es buscar amuletos que evoquen una sensación nostálgica, como las flores o los “smile” que nos llevan a la infancia.
Otra de las piezas que promete convertirse en ícono son los tréboles, las margaritas y las cadenas que llevan en sí todo el arcoíris.
La idea ahora es mezclar todo. Casi como si no lo pensáramos, el dorado y el plateado se complementan como nunca. No hace falta que te vistas con neutros. Los colores se asumen en cualquier equipo porque vienen a sumar.
El espíritu esta temporada es alegre y revive clásicos. Los mensajes positivos y los accesorios pintados a mano se llevan en cualquier parte del cuerpo.
Sabemos de memoria que las piedras tienen un poder energético y curativo único. Que un cristal dejado al sol carga la energía que nos acompañará el resto del día en un collar. La protección es otra de las razones por las que las chicas de moda asumen la tendencia.
Las telas naturales y los tonos tierra son los mejores compañeros para las piedras. Para el resto de los accesorios, un fondo blanco, o como dijimos, mucho color, serán una buena decisión.
FUENTE: REVISTA ELLE